Un año más, desde la Asociación Española de Linfedema, queremos llamar la atención sobre
el linfedema, una patología crónica que afecta al sistema linfático. Queremos aprovechar esta
fecha para promover su prevención, diagnóstico precoz y correcto manejo de la enfermedad.
Aunque cada vez más son los profesionales que se dedican a la investigación y su tratamiento
continúa siendo una patología poco conocida y su abordaje no está estandarizado a nivel
nacional.
¿Qué es el linfedema? Es una acumulación de líquido de otras sustancias en los tejidos blandos.
Generalmente se acumula en las extremidades, pero puede hacerlo en cualquier otra parte del cuerpo.
¿Cómo se produce? Debido a un mal funcionamiento del sistema linfático.
– Se estima que entre 140 y 250 millones de personas en todo el mundo padecen
linfedema. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicados en
junio de 2023, se calcula que hay aproximadamente 25 millones de personas con
linfedema causada por filariasis linfática en países en desarrollo, más de 657 millones
de personas en 39 países siguen amenazadas por la filariasis linfática y requieren
tratamiento quimioprofiláctico para detener la propagación de esta infección
parasitaria. Sin embargo, en nuestro entorno el 90% de los linfedemas son
secundarios a tratamientos oncológicos –
El sistema linfático está formado por una extensa red de vasos que acompañan al sistema venoso. Entre sus numerosas funciones está la de eliminar el exceso de líquido extravasado en la microcirculación y las sustancias de desecho del metabolismo celular que no pueden ser reabsorbidas por el sistema venoso. Cuando este sistema no funciona correctamente, parte del líquido y sustancias (macromoléculas) se van
quedando depositadas en los tejidos. Sin un tratamiento adecuado el linfedema progresará aumentado su volumen y alterando la consistencia de los tejidos.
Podemos clasificar los linfedemas en primarios y secundarios.
- El linfedema primario puede ser congénito o hereditario. La persona que lo padece nace con
pocos vasos o ganglios linfáticos y su sistema no funciona correctamente. Puede manifestarse
en cualquier etapa de la vida. Se debe prestar especial a tención en las niñas sobre todo en la
pubertad, ya que un edema en un pie se puede confundir con una patología traumatológica y
retrasar el diagnóstico y el tratamiento. - El linfedema secundario está provocado por factores externos como cirugías, radioterapia,
infecciones o lesiones traumáticas, pero sobre todo como consecuencia a tratamientos
oncológicos. Por este motivo el linfedema puede aparecer en cualquier parte del cuerpo.
Nos es más conocido el linfedema de brazo como consecuencia de los tratamientos del cáncer
de mama. Sin embargo no debemos olvidar que otras intervenciones para tratar procesos tumorales (el cáncer de próstata, de útero, ovarios, colón, melanoma…) también pueden causar linfedema en los miembros inferiores. Tampoco debemos olvidar los procesos oncológicos en cara y cuello, en los que el linfedema puede aparecer en esta región.
En el linfedema secundario existen algunos factores de riesgo como: el número de ganglioslinfáticos extirpados en la cirugía, la radioterapia y algunos tipos de quimioterapia, la existencia de complicaciones postoperatorias (seromas, infecciones), sobrepeso y obesidad, falta de un
buen tono muscular…
Aunque el linfedema no tiene cura si tiene tratamiento. La pregunta es si se puede prevenir.
La prevención de la enfermedad al 100% no es posible, ya que alguno de los factores de riesgo
no podemos revertirlos. Sin embargo, hay otros en los que podemos trabajar de forma
precoz y que nos ayudarán en la prevención. Para ello estar en contacto con un fisioterapeuta
especializado en oncología y linfedema nos ayudará desde el primer momento de la cirugía.
Incluso antes, realizando prerehabilitación, podemos mantener un buen rango articular desde el primer
momento, cuidar de las retracciones cicatriciales y fasciales, ayudar a mantener el tono
muscular, realizar un seguimiento exhaustivo para controlar los volúmenes…
Por parte del paciente, conocer los primeros signos y síntomas es importante para que, si estos
aparecen, pueda acudir a su fisioterapeuta para que instaure un tratamiento si es necesario. Entre
estos síntomas destacamos: la pesadez del miembro, el aumento de volumen que aparece y
desaparece, marcas en la ropa o pérdida de los contornos óseos, entre otros. Es muy importante
el trabajo y la atención de los equipos pluri y multidisciplinares para el diagnóstico precoz y
evitar la progresión del linfedema.
Si el linfedema aparece, el tratamiento de elección es la Terapia Física Descongestiva
Compleja (TFD o TDC). Esta terapia consistente en Drenaje Linfático Manual (DLM), vendajes o prendas de compresión-contención, ejercicio, cuidados de la piel y educación al paciente. No existe una sola técnica de DLM, por lo que la historia clínica y las pruebas diagnósticas serán primordiales para instaurar el mejor tratamiento. Este tiene una primera fase intensiva para disminuir y estabilizar el volumen del linfedema y otra de mantenimiento. En todas las fases la implicación del paciente en el tratamiento es primordial. Con los nuevos métodos de tratamiento se consiguen resultados mucho más rápidos que con otras técnicas de drenaje, mejorando la circulación linfática a corto y largo plazo (Método Godoy), pudiendo conseguir en muchos casos una reducción de hasta el 95% del volumen o revertir la patología (no curación de la misma).
Desde hace unos años se considera fundamental para el tratamiento y mantenimiento del linfedema realizar ejercicio de fuerza, progresivo y dirigido por fisioterapeutas especializados en ejercicio oncológico. Si bien, antes se prohibía coger peso, en la actualidad tener un buen tono muscular es fundamental para conseguir prevenir y mejorar el linfedema.
Con prevención podemos conseguir reducir el número de pacientes con linfedema.
Un buen tratamiento hará que los pacientes que padezcan esta patología crónica y su
entorno tengan una mejor calidad vida.
¡El día Mundial del linfedema para AEL es todos los días!
Paloma Domingo
Vicepresidenta AEL