El brazo o la pierna afectada por linfedema, o en riesgo de padecerlo, debe moverse y fortalecerse de manera cauta y es justo y necesario para los pacientes conocer los riesgos y los beneficios. En los casos de cáncer de mama, primero recuperaremos la movilidad y después la fuerza.
Un gran número de estudios han contrastado los beneficios del ejercicio para los pacientes con cáncer, tanto a nivel físico, como psicológico. Su prescripción debe ser una terapia más, ya que ayuda a mejorar la calidad de vida de las personas enfermas así como sus interacciones sociales. Es beneficioso para la recuperación de los supervivientes de cáncer y reduce el deterioro en los pacientes paliativos (Hayes y cols., 2008).
¿Qué evidencia científica hay sobre el ejercicio y el linfedema? Las últimas investigaciones concluyen que se puede realizar ejercicio con resistencia, de forma controlada y con prendas de compresión, sin riesgo de aumentar el linfedema (Kwan y cols., 2012). También se han encontrado pruebas sobre los beneficios de la realización de ejercicios precoces para la movilización del hombro con resistencia progresiva bajo supervisión, sin que estos aumenten la incidencia del linfedema (Stuiver, 2015). Actualmente según las guías del American College of Sports Medicine, no existe ninguna contraindicación para realizar ejercicios de resistencia (de moderada a alta) en pacientes con linfedema secundario por cáncer de mama o en riesgo de padecerlo (Keilani y cols., 2016).
Por ello, desde AEL, basándonos en los estudios científicos, animamos a todos los pacientes con linfedema o en riesgo de padecerlo a que hagan ejercicio de manera regular, ya que es seguro y beneficioso. Siempre debe realizarse un entrenamiento progresivo, controlado y supervisado al inicio. Es preciso trabajar la fuerza y la parte aeróbica y por supuesto, debe acompañarse de estiramientos al finalizar.
Comentarios 3
Totalmente de acuerdo.
En mi caso noto cuál es el ejercicio que me sienta bien y salvo el muy aeróbico el resto hace que me sienta muy reconfortada y animada.
Recomendable al cien por cien realizar actividad física.
Yo estoy operada de cáncer de mama y me extirparon ganglios. Ahora estoy con quimioterapia. Desde hace dos semanas he empezado a hacer yoga y la verdad que me ayuda mucho en todos los niveles, emocional, menos fatiga, menos síntomas. Pero tengo mucho miedo a hacer algo que produzca linfedema en mi brazo. La desinformación es muy grande y no se realmente lo que puedo y no debo hacer en mis clases de yoga.
Gracias por contactar con AEL. Efectivamente hay mucha falta de información en varios ámbitos y este es uno de ellos.
Nuestra recomendación es que contactes con algún fisioterapeuta especializado en linfedema que te haga seguimiento y te oriente sobre los ejercicios que puedes y debes o no hacer.
Enhorabuena por la fuerza de voluntad y las ganas de hacer ejercicio, porque sin duda, siempre ayuda.